Rosé llegaba a la casa de madrugada,
A la hora de embarque y de los orgasmos,
Del toque de queda de los perros callejeros,
Del candado que al cerrar abre los ojos de los demás.
Me ha dejado solo, con el alma en efecto yo-yo,
De sube y baja, con las arterias de tobogán.
Es que ella era la expresión que completaba la noche de los
Artista sin musa, era la función principal a la hora de
Dramatizarte besos que no existen, ni existirán, era el impulso de un suspiro,
De un asesinato incompleto, en el que la victima queda con vida.
Se me perdía entre las calles de la ciudad, dentro de los bares
Y los no muy bares, en la plaza, entre las palomas nocturnas,
Mientras que mi corazón tartamudeaba por un poco mas.
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A la hora de embarque y de los orgasmos,
Del toque de queda de los perros callejeros,
Del candado que al cerrar abre los ojos de los demás.
Me ha dejado solo, con el alma en efecto yo-yo,
De sube y baja, con las arterias de tobogán.
Es que ella era la expresión que completaba la noche de los
Artista sin musa, era la función principal a la hora de
Dramatizarte besos que no existen, ni existirán, era el impulso de un suspiro,
De un asesinato incompleto, en el que la victima queda con vida.
Se me perdía entre las calles de la ciudad, dentro de los bares
Y los no muy bares, en la plaza, entre las palomas nocturnas,
Mientras que mi corazón tartamudeaba por un poco mas.