6.13.2011

¿Cómo me despido de alguien que no me conoce?

La jovencita del cuarto piso solía regalarse una ducha a las 7 de cada noche, es responsable con su cuerpo, lo cuida, su piel siempre brilla en la distancia al igual que su sonrisa. Llegaba, al parecer cansada y se rescostaba boca arriba en su cama. Era sorprendente verla quitarse toda la ropa sin que sus hombros se despegaran de la almohada, claro, estos detalles sólo los disfrutaba cuando llegaba tan cansada que se le olvidaba cerrar la cortina que le regalaba esa vista a mi ventana.

Al parecer estaba tan cansada que opto por dormir un rato en vez de ducharse como lo hacía de costumbre. En los dos meses que llevaba viendo casi todo lo que hacía nunca había pasado esto. ¿Acaso es que ya no quiere que la vea? me preguntaba mientras me daba cuenta que fue el razonamiento más estúpido que había recorrido mi cabeza desde que pensé que las mujeres quedaban embarazadas cuando se besaban en la boda con el novio. Pura inocencia. Luego de escuchar un LP de Led Zeppelin y comer algo, cansado de esperarla, me dormí.

Es irónico como las madres tienen la razón, no importa cuantos años pasen, siempre, siempre te pasa algo por no llevarte de ellas. Recuerdo cuando tenía unos doce años, mi mamá decía que la hora perfecta para los niños dormir eran las 9:30 de la noche ya que dormían lo suficiente para despertar con energía e ir a la escuela. Me reprochaba y hasta me despertaba si me dormía a eso de las 7 de la noche, que me iba a despertar en la madrugada, hora en la que habitaba el 'cuco' y pasaban cosas feas. Decía que la madrugada era la hora fea de la noche, donde todo lo indebido pasaba; claro mami, no somos brutos, a esa hora estabas desnudita con papi y eso era lo feo que no querías que viera, al menos así pensaba hasta el día de hoy.

Me acerco al balcón tipo 3:00 AM, cosa que generalmente no hago y lo que veo en la habitación de la joven del cuarto piso es cajas, de todos los tamaños, colores, de salsa de tomate, de lavadora, llenas de libros, llenas de miradas que no fueron correspondidas, de ideas tontas, de preguntas, cajas vacías, vacías porque no hubo valentía, no hubo atrevimiento de ir a su apartamento y tocar el timbre, vacías porque los besos que no le di no son ni memoria suficiente para llenarlas.

Me dieron ganas de llamar a mami y preguntarle por que siempre tiene la razón mientras yo me preguntaba: ¿Cómo me despido de alguien que no me conoce? Espero que alguien me lo pueda explicar.


-Dylan José

Este escrito es continuación de "El acosador y sus dudas"

2 Comentarios:

Angie dijo...

Esta dificil... porque la madres siempre tienen razon ?

o_Ó

Pat.- dijo...

Excelente!! :)

 

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