Ámame como odian los amantes.
Joaquín Sabina.
mientras el egoísmo nos alimentaba los ojos
y nos convertíamos en un jardín
lleno de miradas autistas con alma de jungla
y se nos olvidaba el amor, se nos olvidaban los dedos
se nos olvidaba que discutir era el acto de exponer ideas
no de destruirlas mientras las asfixiábamos contra la almohada.
Y dentro de nuestro rencor,
rencor palpable, rencor que nacía en cada mordida,
nos desprendíamos todo aquel amor que nos juramos
y nos íbamos descubriendo en cada gota de sudor,
en cada nube de aquel cielo cargado de Mercurio.
De ahí nuestra conclusión,
amantes es de amarnos antes y odiarnos después,
buscar aquel nivel perfecto en que nuestra rabia
y pasión puedan convivir como hermanitos:
siempre discutiendo, siempre queriendo llamar la atención
desafiando todo para ser el favorito de nuestra madre.
La familia Amantes está compuesta por las hermanas Rabia y Pasión, ambas bastardas, y su madre, conocida como la egoísta del pueblo: Doña Satisfacción.
Foto de Hector Carbuccia.
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