Nunca tuvimos un bar, ni un café. Nuestra historia nació y murió
en la salvaje selva llamada imaginación. No tuvimos mas que canciones, versos,
frases de películas.
No tuvimos versos, no tuvimos novela ni series pausadas para
poder tener sexo en el medio de la sala mientras tus padres morían en
su habitación.
No nos faltó el aliento porque nunca tuvimos ni el respeto
por default del eco, nunca tuvimos silencios, ni momentos vacíos.
Nuestro final nunca tuvo estrechón de manos ya que no
tuvimos besos que evitar.