Detrás de estos ojos no existe el tiempo, no existen las reglas, no hay tildes, no hay gramática ni ortografía, soy cacofonía hecha neuronas, soy desperdicio de libros e hijo de las canciones, de acordes, de poetas que decidieron irse por una mejor vida, la vida de las giras y las groupies, la vida en la carretera y aeropuertos, del ron y el vino.
Y vivo la vida de la habitación pequeña con muchas cosas innecesarias dentro, de libros viejos y cuentos que no cuento, de historias irreales que me imagino viviendo. La vida de los discos compactos a los que me voy acoplando y es que ensayo para vivir a diario.
Cont.
3 Comentarios:
Me gusta tu blog, para nada rebuscado (:
Gracias!
Me encantó este post.
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