disfrutar cada segundo
y descomponer en fantasías
cada uno de nuestros poros,
con calma vestida de besos,
caricias y pausas,
con intensidad intermitente,
esperando el clímax pero
evitándolo, reclamando la intensidad
que no se brinda en momentos claves.
Lo ideal es ser curiosos,
amar la carne como que no
hay mañana pero dejando
claro que estos minutos no
tienen fin inmediato
y que nuestro
último polvo puede ser eterno.
1 Comentarios:
ta' to' dicho ya ( ;
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