"El culo es la cara del sexo del alma."
Charles Bukowski
Una nalgada que de esperanza a los indigentes de Wall Street
y Union Square, una nalgada en memoria de los suicidas del metro.
A ella le gustaba su terapia de nalgadas. Le gustaba que la
acostase en mis piernas, con el culo en mis muslos y le diera bofetadas en sus
cachetes traseros. A mí me encantaba la manera en que se entregaba, era como
sumisa, pero sumisa porque le daba su gana. No tengan dudas que al final era yo
el que me sometía
.
Una nalgada que de esperanza, un dedo en tu vagina por la
salud de mis reflejos de jicotea.
Y de pronto me veo descubriendo el color rosa, el feto esencial
del rojo carne, del rojo sangre, del rojo libertad, de alivio. El mismo rosa
que sugiere la presencia de mis malas intenciones. Una nalgada y un gemido.
Otra nalgada, más duro, un grito, una patada.
Una nalgada por la paz mundial, una nalgada que nos libre de
todo mal.
Ella no es muy fanática del sexo anal pero a veces le gusta,
que por accidente, mientras aprieto uno de los buches de su nalga, que le meta
un poco uno de los dedos por el culo. Y es fascinante ver como se contrae, y
aprieta las nalgas. Es hermoso ver como mi dedo, mojado de su propio fluido
vaginal, entra en su culo. Son dulces notas de acordeón recién estrenado. Un
dedo dentro y le halo el pelo, disfruto de su sonrisa.
Una nalgada que nos saque de quicio y nos vuelva a meter en
nosotros, una nalgada que nos salve de los zombies.
Y ocurre muchas veces que me creo el actor principal de uno
de estos videos porno y la intensidad de mis nalgadas crece, me crece todo, el
ego, el güevo, me crecen las ganas. Me
crece el ego y me tapa el oído, me crece el ego y no escucho esos “Coñazos” que ella escupe.
Estoy sordo y más luego de que sentí un codo sembrándose en
mis costillas. Le suelto el pelo, me río, me dice “Tu maldita madre; vamos a la
cama, que ahora quiero venirme contigo”.
1 Comentarios:
Muy buenooooo!!!!!!!!
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