Vamos a dibujarnos.

Vamos a dibujarnos como dos instintos, dos animales corruptos que buscan devorarse, dos muertos de hambre que tienen años sin saber lo que es descubrir una segunda comida y mucho menos una tercera. Vamos a dibujarnos como dos animales perdidos, cada uno en un cuerpo distinto, sin mapas, buscando un destino absoluto, una fuente de placer, una victoria, un gemido; un musculo empapado de energía, un café, un cigarro o un respiro.

Vamos a dibujarnos como dos amantes, dos poetas buscando versos perdidos, una yuxtaposición, ya sea tú placer o el mío, una coma, una pausa que regala un poco de cordura dentro de nuestra locura. Vamos a dibujarnos como dos almas que buscan conquistar a Roma a base de un ataque mordidas y un par de copas de Rum on the rocks, como dos torpes arrepentidos de un juego para dar a luz a uno nuevo.

Vamos a dibujarnos, como dos pintores, dos desnudos al fresco, dos proyectos distintos que planean dibujar su trabajo en un techo no distante. Vamos a ser esa foto que le da mala publicidad al bar de la esquina, al baño donde nacen millones de espermas, donde el amor aparece en la primera copa y muere más rápido que una flor sin espinas.