Jugamos con las servilletas, hicimos flores, barquitos y hasta aviones.
"Préstame la servilleta y aquel lapicero, ya sé que hacer" me dijo Isabel mientras dejaba la taza de café a un lado. "No hay mejor forma de darle vida a una servilleta que escribiendo en ella", me dijo Isabel. "Porque de las letras pueden nacer muchas cosas, y las letras son la mujer del intelecto, pueden dar vida, marcar historia. Las letras han sido las responsables de que tengamos historia, de que tengamos un pensamiento base de donde partir, y de ahí nacemos en forma de conocimiento. Mujer porque nos cría, nos enseña. Aprendemos a leer y ya podemos alimentarnos el alma de un fruto tan fantástico como lo es la información. Y nosotros terminamos siendo aquella servilleta que muere por ser entintada, por enchumbarse de aquel almuerzo de ideas que requerimos para poder disfrutar a lo grande nuestro gran poder de razonamiento."
Browse » Home
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 Comentarios:
Publicar un comentario