Toda afirmación nace de una duda,
y aún no sabemos cual es la nuestra,
si fuimos, somos o seremos,
que si estamos o no,
no se sabe hasta cuando estaremos,
ni cuando dejaremos de ser.
Y de ahí la belleza del pensamiento
y del ser, esa libertad en la duda,
en la capacidad de imaginar y lograr,
de desatar la ira de un cazador
intelectual,
siempre salvaje y hambriento.
El pensamiento siempre anda en la
pradera, buscando presa, deseando una idea.
1 Comentarios:
Sencillo, corto, directo, preciso, conciso y real.
En la Yugular, damn it, you nail it
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